El libro de Rachel


Martín Amis
Fragmento

Veinte minutos más tarde, en el baño de abajo, me miraba al espejo que está encima del lavabo. Era una cara demasiado chupada y desinteresada para ser la mía. Mientras la observaba, su actitud inexpresiva empezó a transformarse en un gesto, una mueca, que llegó finalmente a convertirse en una sonrisa. Mira, chico, los menores de veinte años hacen estas cosas todo el día.
Recuerda: sólo se es joven una vez. El joven no esta destinado a la culpa sino a la lujuria más desatada; no está destinado al remordimiento sino a la exultación; no está destinado a la vergüenza sino al cinismo. Tal como tú mismo has sabido expresarlo, en uno de los pasajes más primaverales de "Sólo la serpiente sonríe":

Pringosa la cara.
Largas listas
De polvos, ligues.
Miel y rocío;
Calor y sudor,
Esa inocente mirada
A la imagen
Del baño:
La canícula

El autentico joven es un ego abandonado en una isla desierta, pero siempre tiene la espalda vuelta contra nuevos barcos; posee una especie de fuerza subnormal que le permite vivir en su soledad. No te olvidesde que has estado malvendiendo tu juventud por ella.