Fahrenheit 451
De Ray Bradbury
¿Qué podría decir, qué podría ofrecer en un día como aquel, para hacer el viaje más sencillo? Hay un tiempo para todo. Sí. Una época para derrumbarse, una época para construir. Sí. Una hora para guardar silencio y otra para hablar. Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué mas? Algo, algo…
Y, a cada lado del río, había un árbol de la vida, con doce clases distintas de frutas, y cada mes entragabán su cosecha; y las hojas de los árboles servían para curar a las naciones.
¿Qué podría decir, qué podría ofrecer en un día como aquel, para hacer el viaje más sencillo? Hay un tiempo para todo. Sí. Una época para derrumbarse, una época para construir. Sí. Una hora para guardar silencio y otra para hablar. Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué mas? Algo, algo…
Y, a cada lado del río, había un árbol de la vida, con doce clases distintas de frutas, y cada mes entragabán su cosecha; y las hojas de los árboles servían para curar a las naciones.
Lo que más me gustó de este libro es la experiencia de imaginar que algo que te ha dejado vivir tanto, como lo hacen los libros, no existiera.
Es una especie de emoción apocalíptica.